Reseña: The Ruby Circle.

 

Título: The Ruby Circle.

Autora: Richelle Mead.

Saga: Bloodlines #6

*Sinopsis*
Cuando la vida de alguien a quien ellos aman es puesta en peligro, Sydney arriesga todo para cazar a una antigua enemiga. Mientras tanto, ella y Adrian se enredan en un rompecabezas que podría tener la clave para un impresionante secreto acerca de la magia de espíritu, un secreto que podría sacudir al mundo Moroi por completo y alterar sus vidas para siempre.

*Mi opinión*
En el libro pasado, Sydney logró huir de los Alquimistas al buscar refugio en la Corte Moroi, permiso que fue concedido muy a regañadientes, la única condición es que no puede dejar el lugar, de lo contrario no podrían hacer nada para evitar que los Alquimistas se la lleven de nuevo, el problema es que Sydney se está asfixiando al vivir siempre encerrada en un sitio donde todos la juzgan por lo que es y donde tiene que vivir con la madre de Adrian también, no es una mala mujer ni la ataca, pero claramente no está cómoda con la situación.

Las cosas empeoran cuando llegan noticias de que Jill ha desaparecido y a Sydney empiezan a llegarle mensajes que indican que esto fue obra de una antigua enemiga, una bruja con la que se enfrentó varios libros atrás y quiere la revancha por lo que sucedió aquella vez, ahora Sydney tiene que arriesgarlo todo para salvar a su amiga, claro que no lo hará sola, pues nos volvemos a encontrar con los amigos de Sydney: Eddie, la Señora Terwilliger, Neil y, más adelante, a Rose y Dimitri (esto me emocionó como no tienen una idea porque son mi pareja favorita jajaja)

A su vez, Adrian por fin ha encontrado algo importante qué hacer con su vida, pues tanto él como Sonya han encontrado una clave muy importante sobre el tipo de magia que ellos (y Lisa) manejan, algo que podría cambiar la vida de ellos, de los Moroi en general y de aquellos que fueron traídos de vuelta con esa magia, para siempre.

Mil cosas pasan, me topé con varios plot twists muy buenos y, por si todo eso fuera poco, el final fue perfecto.

Me duele terminar esta saga porque es como despedirme de este mundo de Morois y Dhampirs que creó Richelle Mead empezando con Vampire Academy, es decirle adiós a estos personajes tan bien desarrollados y con los que sin duda me llegué a encariñar mucho y bueno, al ser una saga tan larga (6 de Vampire Academy y 6 de Bloodlines) siempre es difícil dejar ir algo así, lo que me consuela es saber que ya se está planeando una serie que espero le haga justicia a Vampire Academy, no sé cuántos de ustedes vieron la película que salió en el 2014, pero realmente no me gustó NADA. En fin, que ya me alejé del tema jaja.

Volviendo al libro, no te da momento para aburrirte porque siempre está pasando algo, nuestros personajes no tienen descanso pues hay tanto que arreglar, asuntos de vida o muerte en los que no pueden dudar de las decisiones que tomen en el momento.

Como siempre, me encanta el desarrollo de los personajes, Sydney empezó como una estirada de mente cerrada con un miedo irracional hacia los Dhampir y los Moroi y terminó enamorándose del Moroi más problemático (pero más romántico y atento) de la Corte Real jaja, por otro lado, Adrian empezó como un irresponsable, que se dejaba caer a sus vicios y que no se preocupaba por otra cosa más que por fiestas, alcohol, cigarrillos y su próxima conquista, se dejaba controlar por su propia magia hasta que conoció a Sydney y deseó ser mejor para ella. Sin duda son una pareja muy bonita, que se complementan mutuamente y que se impulsan a lograr lo que se proponen. Eso me gustó muchísimo.

Como dije, en este libro siempre está pasando algo, lo cual hizo que fuera imposible soltarlo hasta que lo terminé, y créanme... Valió totalmente la pena.

Si son fans de Vampire Academy y quieren continuar leyendo sobre ese mundo, no duden en empezar Bloodlines, es un spin-off a la altura, aún no puedo creer que lo haya abandonado y que haya tardado tantos años en retomarlo, me arrepiento de eso porque terminé enamorada de la historia y los personajes jaja.

En fin, ya lo leyeron o les llama la atención? Nos leemos en la próxima entrada. Blessings!!

-Mónica.